Cuando oímos cosas como: “hoy en día cualquiera es fotógrafo” en lugar de ofendernos o frustrarnos, debería
“poner nuestras barbas en remojo”.
La verdad es que con el avance que ha habido en cuanto a cámaras en celulares, filtros y demás, hoy en día cualquiera puede tomar una buena foto. La diferencia radica en ser un profesional del tema o un entusiasta con “buen ojo”.
Si pensamos en por qué apoyamos Nikon o Canon, vamos a tener mil argumentos a favor de uno y en contra del otro y todo esto se debe a una fidelidad de marca y esto se logra precisamente con el branding.
Si la fotografía no es sólo tu pasión sino tu modus vivendi, ¡demuéstralo! Tu tarea como profesional es que tu público sepa que ese logo es el tuyo y que lo que ofreces son increíbles imágenes. Tiene que poder relacionarlo.
Por lo tanto te tenemos estos tips:
1. Determina tu audiencia
Primero es lo primero. ¿Cuál es tu especialidad? Si eres fotógrafo de comida, no tendría mucho sentido que tu logo fuera una piedra. La idea es que tus clientes se identifiquen con tu marca de entrada.
© Foto por Nicolas Vanzetto.
2. ¡Vende lo que eres!
La fotografía se trata de hacer y vender imágenes, entonces la imagen que menos deberías descuidar es la tuya. Y esto va en todo sentido, desde el diseño de tu logo, hasta cómo entregas el material. Cómo respondes a correos electrónicos, cómo te presentas frente a la gente.
Así como la luz determinará la tónica de tu foto, tú eres la luz, la composición y el encuadre de tu negocio. Así que ponle cabeza y haz que adquirir tus servicios no sea sólo un “producto” sino toda una experiencia.
© Foto por Topofilia Studio.
3. Redes sociales: ¡SÍ!
¿Tu negocio todavía no está en las redes? Este es el problema: tu competencia SÍ está. Y con cada post, cada like y cada reach pudo haberte “ganado” a un cliente.
Las redes sociales son la mejor forma de mantenerte en contacto con tu audiencia, de mostrar tu personalidad y no sólo tu trabajo. Es (hoy en día) la manera más rápida, eficaz y económica de que el resto sepa quién eres, qué haces, qué te gusta y qué no. Puedes tener grandes resultados con poca (o nula) inversión. Y si ves que algo no funciona, simplemente lo eliminas o editas. Esto te permite darle a tus clientes exactamente lo que buscan. Y lo mejor de las redes sociales, es que puedes comunicarte directamente con tus clientes! ¿Qué mejor forma de darte a conocer que hablando con ellos? Sube una de tus fotografías en blanco y negro y la misma a color, luego pregúntales cuál les gusta mas. ¡Verás asombrosos resultados si dejas que ellos participen en tus redes!
© Foto por Rogue People.
Si últimamente has visto el trabajo de tu competencia y piensas que estás a su nivel (o incluso mejor) pero no logras tener la cantidad de trabajo que ellos tienen, ¡es hora que revises tu marca!
Buenas imágenes acompañadas de una marca débil es sinónimo de pérdida y anonimato. Tómatelo en serio y dedica a tu marca la misma pasión y tiempo que dedicas a tus clientes.